Los padres cuando nos enojamos con nuestros hijos tendemos a decir cosas que no deberíamos, es preferible tratar de calmarnos, algunas frases pueden marcar a nuestros hijos y en muchos casos afecta su autoestima. Todas esas frases que hacen sentir menos a nuestros hijos, normalmente no tienen ningún efecto sobre ellos simplemente les generan rebeldía y sentimientos tristes.
1- «¿Deberías hacer las cosas con más esfuerzo»
Una sola frase que puede frustrar completamente a tu hijo: si sabes que él puede dar más de sí mismo en los estudios, un deporte, la música, no necesitas utilizar esta frase para que se sienta motivado. No solo baja su autoestima, sino que este tipo de frases pueden generar el efecto contrario, y que el pequeño haga cada vez menos.
Si queremos que nuestros hijos se esfuercen, es mucho mejor que les demos órdenes claras, motivaciones precisas e incentivos.
2- «¿Estás seguro que necesitas comer más galletas?»
Si lo que buscas es que tu hijo se alimente saludablemente, este tipo de comentario puede generar una imagen negativa de su propio cuerpo a los pequeños, justamente en el momento que su autoestima se está construyendo. Si estás preocupado por lo que tu hijo come, es mejor que tomes acciones y no palabras, como por ejemplo darle más importancia al deporte en familia. Los comentarios sobre la alimentación deben ser siempre positivos.
3- «¿Por qué no puedes ser más como tu hermano/hermana?»
Las comparaciones siempre son crueles, y más si las hacemos entre hermanos. Estas generan etiquetas a los pequeños: el inteligente, el atleta. En vez de decirle a uno que haga lo que hace el otro, deberías encargarte de estimular las preferencias de cada uno individualmente.
Lee más aquí: Frases que no hay que decir. «Aprende de tu hermano»
4- «Porque lo dije yo»
A todos nos ha pasado alguna vez: necesitamos que nuestro hijo haga algo, y sin embargo no tenemos tiempo de explicar por qué. “Porque lo dije yo” pone todo el control en tus manos y hace que tu hijo pierda su autonomía y su capacidad de saber qué debe hacer en cada momento.
Siempre es mejor dar una explicación, por muy sencilla que sea, a utilizar esta frase.
5- «Así no es cómo se hace, déjame a mí»
Le pides a tu hijo que haga una tarea -especialmente si es por primera vez- pero te enojas si no sale cómo tú quieres. Entonces, en vez de explicarle, decides abalanzarte y hacerla tú. Esto no ayuda al pequeño, ya que no aprende nunca a hacer las cosas y además le quita motivación para aprender.
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