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Al disciplinar a nuestros hijos existe el peligro de ser demasiado permisivos y criar a niños consentidos y tiranos o el miedo de controlarlos excesivamente, y ser tan duros que lleguemos a criar a niños miedosos, tímidos y tristes.

Necesitamos encontrar un término medio con el que logremos educar a niños respetuosos, afectuosos y bien portados.

Las herramientas para disciplinar por edad:

a) Dale amor en abundancia.

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Edad: De recién nacido a 12 meses

Al responder a las necesidades de tu bebé no lo estás consintiendo ni «malcriando», ya que es imposible consentir o mimar demasiado a un bebé, cuando le das a tu bebé todo el amor y atención posible, le estás ayudando a transformarse en una persona bien equilibrada y comportada.

b) Elimina y sustituye.

Edad: 6 a 18 meses.

Los niños aprenden haciendo. Eso significa que cuando tu hijo tira al suelo su plato de frijoles es porque quiere ver qué va a pasar, y no porque tiene ganas de enojarte o ensuciar el suelo de la cocina. Es importante que le expliques lo que estás haciendo, aunque sea demasiado pequeño para entenderlo del todo. Le estás enseñando la importante lección de que algunos comportamientos son inaceptables y que, cuando sea necesario, tú le cambiarás de actividad.

c) Arreglen juntos el problema.

Edad: 12 a 24 meses.

Es importante diferenciar entre un bebé que juega a tirar su comida al suelo y un niñito que lo hace intencionalmente. Cuando te mira con expresión traviesa y luego tira los frijoles, es hora de reaccionar. Lo que tienes que hacer es empezar a enseñarle el concepto de ser responsable de sus acciones.

d) Refuerza lo positivo.

Edad: 12 meses en adelante.

Cuando tu niñito se esté portando bien, díselo, recompensar el buen comportamiento es un hábito que requiere un poco de práctica, pero a la larga es más eficaz.

e) Solicita la ayuda de tu niño.

Edad: 12 meses a 8 años.

Los niños llegan al mundo programados para ayudar y cooperar. Todo lo que tenemos que hacer como padres es aprovechar esta tendencia natural. Haz que tu hijo participe en las tareas del hogar, con eso le estás enseñando que en la casa todos cooperan y trabajan juntos.

f) Controla su coraje.

Edad: 12 a 24 meses.

Los niños de 12 a 24 meses son susceptibles a las rabietas porque aún no son capaces de controlar sus emociones. Abrazalo, mécelo entre tus brazos hasta que se calme. Si cuando lo tocas se enfurece más todavía, dale espacio para que logre calmarse él solito.

g) Obedece sus «no».

Edad: 12 a 36 meses.

Una de las maneras de prevenir los incansables «no» es procurando tomarlos en serio cuando tu hijito los pronuncie.