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¿Por qué son niños tiranos si eran adorables bebés?
Muchas veces me he encontrado con niños que parecen verdaderos tiranos o pequeños monstritos y con la gran pregunta de los padres ¿que pasó si era un adorable bebé?

La respuesta no es fácil de oír pero muchas veces tiene que ver con los límites que les ponemos o con la forma como lo hacemos. Por que No basta con ponerlos sino con saber como ponerlos.

La gran realidad es que una vez que el niño coge ventaja nos es muy pero muy difícil la situación, por que no hay nada más estresante o irritante para un adulto que un niño con una rabieta o una pataleta. Lo cual nos deja casi sin control.

El mensaje que indirectamente les damos es que nosotros no sabemnos como manejarlos ni a ellos ni a la situación y que son ellos los que tienen el sartén por el mango o el control absoluto de la situación.

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¿Que nos lleva a una falta de límites? Hay varias situaciones:

Pasamos muy poco tiempo con ellos: La vida de hoy nos lleva a pasar largas jornadas fuera de casa y nuestros hijos pasan la mayor parte de su tiempo en guarderías o centros para su cuidado, o con personas que previamente encargamos para ello. Motivo por el cual cuando lo hacemos:

1. deseamos que sea lo mejor posible

2. no tenemos fuerzas para imponernos como padres y luchar con ellos

3. es más fácil y toma menos tiempo darles todo lo que deseen

4. necesitamos un poco de silencio, la jornada laboral es intensa y estamos cansados y lo menos que necesitamos en un niño llorando. Como precio al silencio y a la paz les damos todo aquello que desean

* Falta de acuerdo entre ambos padres acerca de los límites: No hay duda que cada uno de nosotros tiene su propia personalidad, sus propios gustos y su línea base de que es aquello que permitiría y que es lo que no. Una brecha entre los padres en cuanto a las normas de educación, los deja con la sensación de que pueden hacer lo que desean por que al fin y al cabo uno de los padres consentirá lo que el otro no.

* La desautorización de uno de los padres o de uno al otro frente al niño: Si no estamos de acuerdo con nuestra pareja lo peor que podemos hacer es expresar este desacuerdo frente al niño o desautorizar por completo a la otra persona.

Nuevamente el niño sentirá que es él quien tiene el control

* No se ponen límites a una edad adecuada: pensamos que nuestros bebés son demasiado pequeños para ponerles límites, con lo cual vamos dejando que las cosas nos cojan ventaja.

Desde su más corta edad un bebé necesita límites, pequeños y sencillos que les dejen claro que debe y que no debe hacer, así como qué es lo que se espera de él. Con lo cual se les proporciona un marco de seguridad y confianza hacia sí mismos y hacia el medio que los rodea.