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Justo a las seis suena el timbre del celular de Lorena Ramírez: Hola Vida!!! Es la voz de su esposo José Nicolás que la despierta todas las mañanas para que inicie la faena diaria. Por un lado Lorena viste a Loren Nicole, su hija de seis años y por otro vigila que Lía Camila, de tres añitos, se coma su desayuno para salir al Colegio. Desde la noche anterior ha dispuesto todo para reducir el trajín de la salida matutina.

Hace tres años que José Nicolás trabaja en La Romana, pero la distancia en ningún modo ha disminuido la presencia de este orgulloso padre en el hogar de los Garrido Ramírez. Todo lo contrario, ha fortalecido su unión con Lorena, la firmeza de su amor y compromiso. El da seguimiento no solo al despertar de sus tres tesoros, sino a todas sus actividades diarias, viaja cada vez que puede y comparte todo con su familia.

Para Lorena haber encontrado un compañero con tan altos valores familiares es una bendición de Dios. Y es precisamente al todopoderoso, a quien ella encomienda todos sus proyectos y señala como la fuente que alimenta el amor, la unión y la comprensión en su matrimonio.

“Tu me preguntas de mi experiencia como madre, pero yo todo lo que he vivido, todo lo he compartido con José Nicolás, por eso no te puedo hablar únicamente de mi, sino de lo que hemos hecho juntos para construir la familia que tenemos, en eso ha influido mucho tener al Señor como centro de nuestras vidas y de nuestro hogar”, nos dice Lorena Ramírez, que se desempeña como gerente administrativa de la compañía de ventas de vehículos Cesar Motors.

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Y Que mejor forma de celebrar el mes del amor: Lorena es una madre que no duda en exaltar a su esposo y compartir con él los meritos de su hermosa familia, que todos a su alrededor señalan como un ejemplo de unión y entrega: “nosotros somos uno, lo que me duele a mi, le duele a él, lo que soy como madre, lo soy gracias a mi pareja”, nos dice ella para reafirmar este parecer.

Lorena es nuestra MADRE DE HOY de la semana del amor, con ella conversamos sobre el valor de la relación de pareja y la familia.

Lorena, nos dices que tus meritos como madre se deben, en gran parte, al hecho de tener un buen esposo, háblanos un poco más de ti y José Nicolás

Entre José Nicolás y yo hubo empatía desde el primer momento, yo digo que tuvimos un noviazgo muy maduro, con mucha proyección. Desde el inicio lo compartimos todo, nos consultamos todo, teníamos incluso propósitos comunes, entre ellos el ahorro, para ponerte un ejemplo, por eso cuando nos casamos teníamos ya un proyecto de pareja sólido. Siempre tuvimos mucha comunicación y eso es lo que ha prevalecido en nuestro matrimonio, como todas las parejas a veces tenemos nuestros desacuerdos, pero yo diría que son pequeños. Tengo un gran apoyo en José Nicolás, cuando yo no puedo hacer algo lo hace él y viceversa, por eso honro a mi esposo cada vez que tengo la oportunidad, admiro sus valores familiares, él es muy de sus hijas, de su familia y eso hace que yo me sienta agradecida de Dios que no pudo haber escogido un mejor compañero para mí.

Algunas madres sienten culpa o una pena profunda por dejar a sus hijos en un Nursery o con otras personas mientras trabajan, tu tienes muchas responsabilidades siendo una alta ejecutiva, como manejas esta parte, cuéntanos tu experiencia en este aspecto.
En mi caso nunca me he sentido culpable, yo soy una persona muy practica y abierta, estuve siempre conciente de mi realidad, no podía dejar mi trabajo para quedarme con las niñas y tampoco tenía la confianza de dejarlas con una persona de servicio, por eso desde pequeñitas las pusimos en un Nursery. Una cosa muy linda, que hizo sentir siempre cerca de ellas y evito cualquier sentimiento negativo fue que yo tuve la dicha de poder lactar a mis hijas durante mucho tiempo, de hecho a Lía le estuve dando el pecho hasta los 18 meses y eso creó un vinculo muy especial, muy intimo entre nosotras. Yo me extraía mi leche y le dejaba los biberones el Nursery, trataba de ir al medio día a lactarla, hasta que el pediatra me dijo que por el estrés eso no era muy recomendable. Eso sí, buscamos el mejor lugar para dejar a mis niñas, desde la primera vez que visitamos el Jardín de la Tía Clara sentimos mucha confianza, nos gustó mucho la forma y el trato con los niños, tienen sus enfermeras y asistentes, eso me dio mucha paz, fue la mejor decisión que pudimos tomar, porque la tomamos los dos y eso fue muy importante, yo recibí mucho apoyo de mi esposo.

Manejar una casa a distancia es un gran reto, sobre todo por el tema de la disciplina. ¿Qué tan difícil ha sido para ti mantener el respeto a las reglas en casa, aun cuando no estas?

Independientemente de que seamos unos padres jóvenes tenemos nuestro carácter y firmeza, somos muy amorosos pero también somos estrictos, le inculcamos mucha disciplina a las niñas, a veces creo que nos pasamos un poquito porque le exigimos mucho, pero siempre tenemos pendiente que esa firmeza es lo que hará de ellas personas de bien. Todavía yo las puedo monitorear por teléfono, hemos podido mantener ese respeto a distancia, cuando yo llamo o llama su papá para decir algo ellas lo acatan. Mi trabajo es muy exigente y estresante pero eso no significa que yo me olvido de mi casa durante ocho horas, todo lo contrario, le doy seguimiento a todo se cuando las niñas llegan del colegio, si comieron, qué comieron, que están haciendo, eso lo hemos podido manejar, sabemos que las niñas todavía están muy pequeñas y que en la medida que van creciendo las disciplina es un reto mayor. A nosotros nos da mucha satisfacción y tranquilidad el saber que todos lo hacemos con amor, incluso cuando las castigamos sabemos lo hacemos por su bien.

Gracias a Dios mi madre vive conmigo, eso me ha ayudado mucho, ha sido de mucha tranquilidad para nosotros, ella nos da mucha seguridad porque las monitorea de cerca.

¿Qué es lo que mas te preocupa como madre?

Me preocupa mucho el que las niñas sigan creciendo y tener siempre el ritmo de trabajo que nosotros llevamos. Lamentablemente para su futuro nosotros debemos hacerlo así, tenemos que ser una pareja que trabaja, sacrificarnos los dos, porque a fin de cuentas es para el bien de ellas. Aunque me siento en paz, a veces pienso que yo pudiera ser de estas madres que llevan a sus hijos a todas partes, poder compartir más vida con ella, llevarlas a la sala de tarea, a los cumpleaños, pero por ser una madre ejecutiva, con muchas responsabilidades, no puedo darme ese lujo, aunque los fines de semana suplimos todas esas necesidades. Me siento tranquila con la formación que le estamos dando, su formación yo la pongo en las manos del Señor, nosotros siempre hemos sido bendecidos por él, por eso yo entiendo que, aunque en el futuro la juventud tenga otra forma de pensar, las niñas van a crecer en ese ambiente espiritual, eso es lo que ellas han ido palpando, y creo que eso tiene sus frutos siempre.

¿Qué crees que no debe faltar en un hogar?

El amor, porque donde hay amor todo fluye, la comprensión, entender que los niños viven diferentes etapas, no preocuparnos tanto por esos detalles que son propios de su edad y que pasan, y claro, la disciplina.

¿Cómo te gustaría que te recordaran tus hijas?

Como una madre amorosa, que aunque en ocasiones fue un poco dura con ellas, siempre lo hice por el bien de ellas. Que recuerden siempre que su mama las quiso mucho, que sus padres se quisieron mucho, que todos los sacrificios que hicimos fueron por ellas. Me gustaría que ellas siempre le entregaran su corazoncito a Dios, para que él sea siempre su compañero en todo.

Hay muchas mujeres que creen que el hecho de tener una familia bonita, exitosa, les impide ser exitosas en términos profesionales. Tu eres muy reconocida en tu trabajo, por tu seriedad y eficiencia, tienes el respeto de tus jefes, compañeros y de los clientes por tu buen desempeño y además eres una buena madre, ¿Qué le aconsejarías a otras mujeres?

Eso siempre va depender de la forma de ser y de pensar de la persona, hay mujeres que entiendes que tienen que ser madres todo el tiempo, pero tu tienes que dividir tus roles, por el hecho de que asumas una responsabilidad tan grande como la maternidad no quiere decir que tengas que olvidarte de todo lo demás. Yo quisiera que mis hijas fueran igual de productivas y dinámicas como soy yo, eso yo lo tengo de ejemplo de mi mamá. MI madre es una mujer muy dinámica, ella todavía tiene la vitalidad, que quizás s no tenemos ninguna de nosotras que somos mas jóvenes, y eso para mi ha sido un punto de referencia. Tu puedes ser buena madre y profesional, puedes darle seguimiento a tu casa por teléfono, yendo al medio día, poniendo al tanto de todo cuando llegas, dedicándole tiempo de calidad y eso no va a impedir que tus hijos sean buenos, eso a mi me ha servido, claro que todavía me quedan muchas cosas por ver, porque mis hijas están pequeñas. No te puedo negar que también he tenido mucho apoyo, de mi esposo como te decía, pero también de mi madre y una ayuda muy grande de mi suegra. Eso yo lo he podido hacer bien, ha sido fuerte porque el trabajo me quita mucho tiempo con las niñas, pero a mi me gusta trabajar, yo me siento muy feliz con los dos roles, porque a parte entiendo legado que yo les voy a dejar a mis hijas.

Ustedes tienen fama de ser una familia muy divertida, de hecho nos dice que compensan los fines de semana todo lo que no pueden hacer el resto de los día, que tan importante crees que esa este tiempo dedicado exclusivamente a la familia.

Precisamente eso es lo que ha impedido que los viajes de José Nicolás afecten nuestra relación, porque desde que él llega nosotros andamos siempre juntos, los cuatro juntos: vamos al super, a la iglesia, a visitar nuestras familia. Uno compensa la ausencia de la semana dedicándole los fines de semana y el tiempo libre estrictamente a la familia, donde quiera que vamos llevamos a nuestras niñas, siempre las incluimos en el paquete, nos dedicamos tiempo como pareja, pero siempre procuramos que donde nos movamos puedan ir ellas. Tratamos de llevar una vida muy familiar, estamos integrados a una comunidad de la iglesia, en la que el mayor tesoro, es habernos integrado con la familia, las niñas van a crecer viendo esa vida en comunidad y ese es la mayor bendición.

Y ciertamente Dios bendice a Lorena Ramírez con unas hijas preciosas y una relación de pareja basada en el amor, la solidaridad y el respeto y el legado de una familia que siempre ha estado unida. A través de ellos celebramos el amor como expresión divina, como impulso vital que nos motiva a entregarnos, a construir juntos, a convertirnos en uno.